sábado, 31 de agosto de 2013

GRAN PODER DE DIOS POR LAS CALLES



 En San Pablo de Heredia por SÉPTIMO año consecutivo procesionará la Hermandad del Gran Poder, como un pliegue en el espacio y el tiempo, donde el pasado y el presente se entrecruzaran sin tocarse y en la que se mostrará la mayor expresión del fe del pueblo católico, su Semana Mayor mediante el uso de imágenes sacras procesionadas a la usanza española.

En una tradición constante en nuestro país que cada Parroquia intente "hacer y vivir su Semana Santa", señala el Padre Walter Arce, Cura Párroco de la citada comunidad. Señala además que “hay algo que mueve al creyente a participar en la liturgia, cultos, abstinencias o vigilias y procesiones como miembro activo, llenando su dimensión religiosa, en un proceso de conversión o cambio profundo. La Semana Santa es la Semana Mayor de nuestra vida cristiana. Se celebra la PASCUA del Señor, por la cual nos salva. Ser cristiano es seguir el camino de Jesús, el Camino del hombre Jesús de Nazaret Hijo de Dios, Mesías del Reino del amor y de justicia, de paz y libertad”, termina señalando.

Por eso las celebraciones de la Semana Mayor en San Pablo de Heredia, constituyen otra demostración del catolicismo y son consideradas como una de las mejores en el país. Para ello se sirve de una Hermandad Penitencial concebida a la usanza españolas, denominada “ Hermandad de Cofrades Templarios del Seños del Gran Poder”, en la que despliega una serie de símbolos que hacen diferente el desfile procesional, siendo éste imponente y cargado de solemne belleza. Estas celebraciones son para San Pablo, un orgullo que atraen a su tierra a la mayoría de sus hijos ausentes y a fervorosos cristianos que concurren a cumplir una cita con Dios.

En resumen, se trata de unas celebraciones y procesiones que rescata lo antiguo, en la que brillan realmente por su organización, por la belleza de sus pasos o andas, artísticamente arregladas y decoradas por diferentes colaboradores de la Hermandad que, durante los días previos al inicio de la Semana Mayor, se dedican con mucho esmero a este arduo trabajo para que todo sea en San Pablo un ejemplo de fe, respeto, devoción, y recogimiento, indicó la Srita. Diana Aguilar, Co-Mayordoma del Señor del Gran Poder.

La Semana Santa en San Pablo es una fiesta espiritual, fiesta de encuentro entre 

religión y arte, porque es fiesta de fe, de profunda religiosidad contenida en cada tradición, en cada gesto, en el más mínimo detalle que en esa comunidad, tiene un contenido profundamente creyente y se expresa transido de emoción, en el silencio reverente, en el esfuerzo del que cargando los varales de las andas carga sobre sí el dolor del mundo que llevó el Crucificado a lo más alto de un Gólgota que hoy se sigue repitiéndose, nos cuenta emocionada Lorena de Sauma, una devota cofrade del Gran Poder.

Muchas personas que visitan esa comunidad se llenan de emociones distintas y se agolpan en una extraña mezcla, silencios y palabras, timidez y expansión gozosa de la esperanza. San Pablo de Heredia reúne una serie de elementos catequéticos, fascinantes a la vista y al oído, capaces de indagar en el más íntimo de los rincones del corazón del espectador, nos cuenta el Padre Arce.

La Asociación Hermandad deL Señor del Gran Poder, Nuestra Señora de la Soledad Régina Mártyrum, Nuestra Señora María Santísima de las Penas en sus Misterios Dolorosos, La Negación de San Pedro, Santa María Magdalena, San Juan Penitente y Santas Mujeres de Jerusalén, que recorre los caminos de esa Parroquia, se sirve de seis Cofradías Penitenciales: Gran Poder, Régina Mártyrum, Jesús Cautivo, Las Penas, la Negación de San Pedro, la Magdalena y San Juan Evangelista.

Estos desfiles procesionales hunden sus raíces en las antiguas Hermandades Penitenciales Españolas, modelo que sirvió de inspiración al fundador del Gran Poder, el Padre Manuel López Varona, sacerdote Jesuita (q.d.D.G.).


Esta Hermandad tiene como titular una imagen realizada por don Manuel Zúñiga Rodríguez, imaginero nacional, denominada “Señor del Gran Poder”, se presenta desfigurado, las manos chispadas sobre el leño, exhausto por el terrible cansancio y el atroz sufrimiento y que todavía vuelve la mirada hacia el hombre, al que busca en un gesto supremo de amor.

Se comprende fácilmente esta realidad profunda porque se ve y se siente en la proximidad de la procesión, los trajes de los hermanos y hermanas cofrades, la llama de las velas y antorchas, la música sacra, el paso lento y solemne como para ir meditando lentamente, dejando tiempo a que aquel misterio desgarrador entre hasta los tuétanos del alma y nos conmueva; el misterio del Amor.

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