ARTE Y FE, BINOMIO DE ESPIRITUALIDAD
Señor del Gran Poder |
ORIGEN DE LA SEMANA SANTA
Los inicios de la Semana Santa
tuvieron su base en el Primer Concilio de Nicea que fue presidido por Osio en
el año 325 DC, siendo Pontífice San Silvestre. El Credo de Nicea, que definió
al Hijo como consustancia del Padre, fue adoptado como una posición oficial de
la Iglesia con respecto a la Divinidad de Cristo. También se fijo la
celebración de la Semana Mayor, el domingo posterior de la Pascua Judía. En el Segundo Concilio de Nicea se aprueba la
veneración de imágenes religiosas, allá en el año 787 DC .
EN COSTA RICA.
Paso Trono del Gran Poder |
La escritora y periodista Norma
Loaza, señala en uno de sus artículos, que el Marques Don Manuel María de
Peralta, sacó a la luz pública un preciado documento que hace referencia a la
primera Semana Santa que se celebró en nuestro país, que dice:
“En marzo de 1526 llegó Pedrarias
Dávila a la isla de Chira, y allí celebró el padre Escobar, los oficios de la
Semana Santa con la aprobación del señor Gobernador, quien por sí mismo tomó
empeño en la catequización de los indios. Después de la toma de posesión de la
isla, se cantó un solemne Te Deum, luego de haber destruido los ídolos sagrados
de los indios. Luego se colocó una imagen de la Santísima Virgen.”
Fiel el costarricense a la tradición
arraigada y heredada de nuestro antepasados es que cada año la comunidad
católica celebra, mediante diferentes actos, la Semana Mayor, en la que se
recuerda el momento –la hora- cumbre del camino de Jesús al calvario.
LA HERMANDAD DEL GRAN PODER EN
HEREDIA
Gran Poder de Dios |
En San Pablo de Heredia por SÉPTIMO año
consecutivo procesionará la Hermandad del Gran Poder, como un pliegue en el
espacio y el tiempo, donde el pasado y el presente se entrecruzaran sin tocarse
y en la que se mostrará la mayor expresión del fe del pueblo católico, su
Semana Mayor mediante el uso de imágenes sacras procesionadas a la usanza
española.
En una tradición constante en nuestro
país que cada Parroquia intente "hacer y vivir su Semana Santa",
señala el Padre Walter Arce, Cura Párroco de la citada comunidad. Señala además
que “hay algo que mueve al creyente a participar en la liturgia, cultos,
abstinencias o vigilias y procesiones como miembro activo, llenando su
dimensión religiosa, en un proceso de conversión o cambio profundo. La Semana
Santa es la Semana Mayor de nuestra vida cristiana. Se celebra la PASCUA
del Señor, por la cual nos salva. Ser cristiano es seguir el camino de
Jesús, el Camino del hombre Jesús de Nazaret Hijo de Dios, Mesías del Reino del
amor y de justicia, de paz y libertad”, termina señalando.
Por eso las
celebraciones de la Semana Mayor en San Pablo de Heredia, constituyen otra
demostración del catolicismo y son consideradas como una de las mejores en el
país. Para ello se sirve de una Hermandad Penitencial concebida a la usanza
españolas, denominada “ Hermandad de Cofrades Templarios del Seños del Gran
Poder”, en la que despliega una serie de símbolos que hacen diferente el
desfile procesional, siendo éste imponente y cargado de solemne belleza. Estas celebraciones son para San Pablo, un
orgullo que atraen a su tierra a la mayoría de sus hijos ausentes y a
fervorosos cristianos que concurren a cumplir una cita con Dios.
Costaleros del Señor del Gran Poder |
En resumen, se trata de unas celebraciones y
procesiones que rescata lo antiguo, en la que brillan realmente por su
organización, por la belleza de sus pasos o andas, artísticamente arregladas y
decoradas por diferentes colaboradores de la Hermandad que, durante los días
previos al inicio de la Semana Mayor, se dedican con mucho esmero a este arduo
trabajo para que todo sea en San Pablo un ejemplo de fe, respeto, devoción, y
recogimiento, indicó la Srita. Diana Aguilar, Co-Mayordoma del Señor del Gran
Poder.
Trono Señora de las Penas |
La Semana Santa en San Pablo es una
fiesta espiritual, fiesta de encuentro entre religión y arte, porque es fiesta
de fe, de profunda religiosidad contenida en cada tradición, en cada gesto, en
el más mínimo detalle que en esa comunidad, tiene un contenido profundamente
creyente y se expresa transido de emoción, en el silencio reverente, en el
esfuerzo del que cargando los varales de las andas carga sobre sí el dolor del
mundo que llevó el Crucificado a lo más alto de un Gólgota que hoy se sigue
repitiéndose, nos cuenta emocionada Lorena de Sauma, una devota cofrade del
Gran Poder.
Muchas personas que visitan esa
comunidad se llenan de emociones distintas y se agolpan en una extraña mezcla,
silencios y palabras, timidez y expansión gozosa de la esperanza. San Pablo de
Heredia reúne una serie de elementos catequéticos, fascinantes a la vista y al
oído, capaces de indagar en el más íntimo de los rincones del corazón del
espectador, nos cuenta el Padre Arce.
Gran Poder por las calles de San Pablo |
La Asociación Hermandad deL Señor del Gran Poder, Nuestra Señora de la Soledad Régina Mártyrum, Nuestra
Señora María Santísima de las Penas en sus Misterios Dolorosos, La Negación de
San Pedro, Santa María Magdalena, San Juan Penitente y Santas Mujeres de Jerusalén, que recorre los caminos
de esa Parroquia, se sirve de seis Cofradías Penitenciales: Gran Poder, Régina
Mártyrum, Las Penas, la Negación, Magdalena y San Juan.
Estos desfiles procesionales hunden
sus raíces en las antiguas Hermandades Penitenciales Españolas, modelo que
sirvió de inspiración al fundador del Gran Poder, el Padre Manuel López Varona,
sacerdote Jesuita (q.d.D.G.).
Esta Hermandad tiene como titular una
imagen realizada por don Manuel Zúñiga Rodríguez, imaginero nacional,
denominada “Señor del Gran Poder”, se presenta desfigurado, las manos
chispadas sobre el leño, exhausto por el terrible cansancio y el atroz
sufrimiento y que todavía vuelve la mirada hacia el hombre, al que busca en un
gesto supremo de amor.
Se comprende fácilmente esta realidad
profunda porque se ve y se siente en la proximidad de la procesión, los trajes
de los hermanos y hermanas cofrades, la llama de las velas y antorchas, la
música sacra, el paso lento y solemne como para ir meditando lentamente,
dejando tiempo a que aquel misterio desgarrador entre hasta los tuétanos del
alma y nos conmueva; el misterio del Amor.
LA EXPERIENCIA PERSONAL DE UNA
COFRADE
Nos cuenta la Cofrade Srita. Diana
Aguilar Ramírez su experiencia en la Hermandad del Gran Poder:
Procesión multitudinaria del Gran Poder |
“La Semana Santa Cofrade Templaria es una
simbiosis de arte y tradición, perfecto hermanamiento de fe, devoción popular y
catequesis, ha ido creciendo con el tiempo, se ha enriquecido de pasos y de
gestos. Gracias al trabajo esforzado de la Junta de Gobierno de la Hermandad
del Gran Poder, este año las andas procesionales mostrarán una renovada belleza
exterior, porque revitalizada la tradición se renueva la vida interior, no solo
atracción turística, sino reclamo de fe, incluso para aquellos que, distantes
de la práctica religiosa, se maravillan ante la serenidad del Señor del Gran
Poder o se conmueven ante la honda expresividad doliente de este Jesús Nazareno
cuando se encuentra con la Virgen de las Penas en la mañana del Viernes Santo.
Ahí, sin pronunciar palabra, tímidamente, a veces como queriendo jugar a un
juego de indiferencias y distancias, incluso disimulando la emoción, tiene
lugar la Semana Santa oculta pero también verdadera, la del secreto de la
conciencia, donde solo Dios puede entrar sin violentar el misterio del hombre y
su libertad”.
Llena de emoción prosigue con su
relato:
Santo Vía Crucis Miércoles Santo |
“La Semana Santa de
San Pablo cuenta admirablemente el relato estremecido de esta muerte que para
nosotros ya sabemos que es vida, muerte para la vida; el árbol seco de la cruz,
cual tronco verde, germina ya con la fuerza incontenible de una sabia que viene
de la resurrección de Cristo. No es menos el dolor porque se termina y hay que
vivir, revivir el trago amargo de la pasión, dejar que se estremezca hasta la
última célula de nuestra carne para sentir que vibra todo nuestro cuerpo, como
las cuerdas de una guitarra bien templada, en la mañana radiante, día sin ocaso
del Domingo de Resurrección”.
Para el que participa de domingo a
domingo, según nos cuenta la Srita
Aguilar:
Señor del Gran Poder en la noche del Miércoles Santo |
"Es una semana de corazón, de alma, un camino
estremecido de emociones hacia la Pascua. Ésta es la realidad fundamental que
ya se ve anticipada en el Domingo de Ramos y nos da la clave las lecturas de
todo lo que viene después. Domingo de Ramos, mañana de bullicio, de niños
sueltos, más sueltos si cabe que a diario, alocados en una feliz algarabía de
ramos y de palmas. Pero ya no se trata de aquella inconsciencia del primer
Domingo de Ramos, de aquellas vivas que después se convertirán en las mismas
gargantas, en un muera en un crucifícale. Para nosotros este paseo de Cristo,
de esta entrada triunfal al corazón de los que miran, es pórtico de la pasión y
de la gloria; por ello ya en el hosanna de ese día está resonando al aleluya de
la Pascua; la alegría de hoy no es sedante, sino la fuerza anticipada para
vivir intensamente los días posteriores del llanto”.
Continúa diciendo:
“Pronto se termina la alegría y el Miércoles Santo se oscurece, se vuelve
Miércoles de tinieblas, porque conocemos lo que va a venir en los días
sucesivos. Los hermanos y las hermanas cofrades de Gran Poder cargan su
Nazareno con la cruz a cuestas. En esa noche de tinieblas comienza la
procesión, cuesta arriba, como subiendo a un nuevo Gólgota con el dolor del
mundo en las espaldas y callan las mujeres y alumbran con antorchas la negrura
de la noche que no disipa nuestras lámparas; todavía habrá que recorrer el
camino varias veces como para entrar más dentro, para contemplar mejor el
misterio del dolor y del amor y dejar que se ablande la piedra dura del
corazón. El silencio, elocuente más que mil palabras, recorre como un calambre
esta pequeña comunidad que nos conmueve hasta el vuelo salado de las lágrimas.
Callar para contemplar tanto dolor, para sentir con él, para purificar nuestra
conciencia y poder mirar cara a cara el dolor del Santísimo Nazareno del Gran
Poder, suspendido entre el cielo y la tierra. Sí, definitivamente es mejor
callar y escuchar el corazón para comprender mejor, sentir mejor, llorar mejor
y conmovernos en una vida definitivamente mejorada.
Gran Poder preso, Jueves Santo |
El Jueves Santo otra
vez los hermanos del Gran Poder despliegan una maravillosa catequesis en la
expresividad doliente de los pasos que incluso anticipan lo que ocurrirá
mañana: la crucifixión, la soledad inmensa de esta Virgen Dolorosa, Nuestra
Señora Reina de los Mártires.
Hay que mirar con los ojos del alma, para ver la
serena mansedumbre del Cristo que, atado de manos, es entregado al Concilio de
los sacerdotes y fariseos, cuenta la Srita. Aguilar. Le antecede en la procesión la imagen de la
Santa Fe, hermosa doncella vestida de blanco, con los ojos vendados, en su mano
izquierda sostiene la Cruz de la redención y en su mano derecha un cáliz
eucarístico.
Así en la
contemplación repetida del misterio, el alma se va abriendo a la profundidad
inmensa de lo que estamos celebrando y que no se puede agotar en un instante,
un solo día, cuando el amor desborda el tiempo y se hace río sin cuento, eterno
presente.
Santos Apóstoles, Pedro y Juan |
El Viernes Santo es
día grande y hay que comenzar muy de mañana convocados por la Cofradía de Jesús
Nazareno del Gran Poder para contemplar el amor y el dolor reunidos en medio de
San Pablo, no cuenta el Padre Walter. Allí se encuentran Jesús Nazareno y la
Virgen Dolorosa, la Madre y el Hijo. No dicen una palabra, sólo se cruzan las
miradas: la de la Pasión que asciende hacia su inexorable cumplimiento y la de
la Compasión que invade los cielos ¿Dónde, en que abismos termina el
sufrimiento de esta madre que pierde a su hijo? El sufrimiento de esta Virgen
toda de dolores trastorna el orden del mundo, desafía la fe, ofende la
esperanza y, sin embargo, es fortaleza, toda ella delicadeza y profundidad,
amor genuino” .
Concluye diciendo:
“En la tarde, los hermanos de ambas Cofradías
preparan a sus titulares, Régina Mártyrum y al Santo Cristo Yacente, a los
Santos Apóstoles Pedro y Juan y Santa Maria Magdalena acompañados de las Damas
de la Luz y Soledad, han llegado otra vez al Templo de La Puebla, donde
iniciará la magna procesión del Santo Entierro y el pueblo que ahora deja la
acera, esa sutil barrera de seguridad que le protege en la pasividad del que
sólo mira y deja pasar y, conmovido el corazón, sale al camino.
Paso Palio Regina Martyrum |
Cristo muere y
calla la tierra, las iglesias quedan como vendidas, sin manteles en los
altares, el monumento recogido y la puerta del Sagrario abierta, como de casa
robada... Es el gran silencio, hasta el alba del tercer día, sólo el
recogimiento y la espera deberían animar la vida. Pero ya sé que no se calla,
que es mucho el ruido porque es mucha la impaciencia, la ansiedad, el miedo a
escuchar el corazón, a escucharnos, que es mejor aturdirnos de palabras torpes,
de música que hiere como pedradas, de
risa insustancial. Pero aquí mismo en San Pablo, en la paz del convento callan
las monjas y en su silencio calla la comunidad entera, aunque no se sienta,
aunque sea imperceptible el ritmo lento y contenido de la esperanza que aguarda
el momento feliz cuando el Domingo de Resurrección, después de la Misa de
Gloria, otra vez en las calles de San Pablo se encuentren la Virgen y el
Resucitado y cae el negro manto en un vuelo blanco de palomas, en un repique
estremecido de campanas que convocan a la alegría y la esperanza, que ya nada
puede hablar de muerte, que la vida se escapa
a raudales con la luz que inunda la mañana y se desborda por las caras y
las sonrisas.
Santa Mujer Verónica |
Misterio de pasión es
el de esta Semana Santa: la pasión del padecer, del sufrimiento que acompaña el
dolor cósmico del Hijo que se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de
cruz (Flp 2,8) y la pasión de la vehemencia del
ánimo con que acogemos la vida. Muerte y vida lucharon y la muerte fue
vencida. Ante este misterio no sirve la neutralidad que implica una cosmovisión
cerrada a la trascendencia, una vida en la que Dios está ausente, cuando Él
viene a visitarnos, como se refleja en esta representación que cuenta y narra
el profundo y emocionante relato de su amor por nosotros hasta el paroxismo de
la muerte”.
Visite esta Parroquia Herediana y
haga de esta Semana Santa 2013, un espacio de tiempo inolvidable, gracias al trabajo
anónimo de muchas personas que permiten
que la Imagen Sagrada se convierta en un instrumento de evangelización.
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